La depresión es uno de los trastornos que más prevalencia tiene en el mundo. A pesar de ello, más de la mitad de las personas que la padecen no recibe tratamiento. Las consecuencias de una depresión no tratada y su gravedad varían en función del tiempo que ha pasado entre el inicio del episodio depresivo y el inicio de un tratamiento, entre otros factores (1).
Las diferentes consecuencias de una depresión no tratada
Las consecuencias de la depresión pueden darse en tres grandes áreas: psicológica, física y social. La principal consecuencia es la tristeza, sensación de vacío o ganas de llorar. Asimismo, además de la tristeza, se da una falta de interés por actividades que antes se disfrutaban.
De la misma manera que aparece tristeza y desmotivación, puede provocar también dificultades a nivel social, disminuyendo la relación con otras personas y aumentando el aislamiento. También puede rebajar la capacidad de disfrutar de lo que uno hace en la vida, de su día a día.
A parte de lo mencionado, pueden aparecer problemas físicos como dolores, alteraciones del sueño, ansiedad e inquietud o sentimientos de culpabilidad, así como dificultades para concentrarse. La investigación también ha constatado problemas cognitivos (del pensamiento) que pueden estar influenciados por diversos aspectos, como la edad en la que aparece la depresión o la duración de la misma (2).
En definitiva, los síntomas de la depresión pueden desembocar en una dificultad importante para afrontar la vida diaria, el trabajo, las relaciones sociales, las tareas domésticas o cualquier actividad rutinaria.
Por eso la depresión va minando el estado de ánimo y va provocando que todo parezca imposible, como si para cada cosa se necesitara hacer un sobreesfuerzo. Es habitual sentir que no hay esperanza y que se está inmerso en la oscuridad o que uno es culpable de su situación y que nada va a cambiar.
Si la depresión no se trata, estas dificultades pueden acabar limitando de manera importante la vida de la persona e ir agravándose con el tiempo. A medida que la persona deja de hacer cosas y se aísla, el estado de ánimo empeora y cada vez es más complicado romper los hábitos adquiridos que mantienen la depresión.
¿Cómo reducir las consecuencias de una depresión no tratada?
Uno de los aspectos importantes que afectan a las consecuencias y gravedad de la depresión es la duración sin tratamiento. El tiempo que se tarda entre la aparición de la depresión y el comienzo de un tratamiento adecuado parece ser fundamental.
Cuanto más corto sea este período, mejores resultados clínicos se encuentran. Estas mejoras se dan tanto en la recuperación de los síntomas como en las consecuencias asociadas a la depresión. Esto significa no solo una disminución del malestar, sino también una mejora en el trabajo, en el manejo de las tareas domésticas y en las actividades sociales y de ocio (3).
Asimismo, se ha visto que la duración de la depresión no tratada también está asociada a una mayor severidad y a un porcentaje de mejoría inferior en el seguimiento a los dos años del tratamiento (4).
Por eso, la mejor opción para reducir las consecuencias de la depresión a largo plazo, viendo los datos que ofrecen las investigaciones, es buscar un tratamiento adecuado en el inicio de la depresión. En caso de que no se pueda en un principio, lo ideal sería no postergarlo demasiado.
El estigma de la depresión y la búsqueda de ayuda
Hemos visto que la búsqueda de ayuda y tratamiento de la depresión en sus inicios es muy importante. No obstante, existen barreras que dificultan la búsqueda de tratamiento y el acceso a servicios psicológicos o psiquiátricos.
Hay obstáculos como el tiempo o el coste que pueden tener su relevancia pero, aunque pueda parecer menos importante, el estigma también juega su papel ante la búsqueda de ayuda (5).
El estigma en la salud mental hace referencia a los estereotipos, prejuicios y discriminación que se dan ante cualquier persona que padezca un trastorno psicológico. Existen dos tipos de estigma:
1. El estigma percibido o público
Se trata de la reacción o las creencias del público general ante un grupo basadas en el estigma de éste. Implica una separación entre el «nosotros» y «ellos», diferenciando entre ambos grupos. Esta separación se ve fácilmente con el ejemplo siguiente:
En ocasiones se habla de persona depresiva y no de persona con depresión. Contrariamente, si una persona padece cáncer, se dice que tiene cáncer. Las persona queda reducida a la depresión y pasa a ser «ellos», mientras que la que padece cáncer sigue siendo una persona (uno de «nosotros») con un atributo.
2. El autoestigma o el estigma interiorizado
Hace referencia a cuando una persona con un trastorno psicológico se aplica esas creencias estigmatizantes. Es decir, la persona se está juzgando en base a esas creencias estigmatizantes del público general. Acaba aceptando esas ideas y diciéndose a si mismo/a que es cierto.
El estigma puede tener un impacto muy negativo en las personas que tienen algún trastorno psicológico, como en este caso la depresión. Esto puede llevar a la persona que está padeciendo a no buscar ayuda por el miedo a ser etiquetada y estigmatizada como una persona con una «enfermedad mental» (6).
No dejes que el estigma gane: cuanto antes busques ayuda, mejor
La depresión en ocasiones se estigmatiza, como muchos otros problemas psicológicos. Es importante que, si padeces de una depresión o crees que la estás padeciendo, no sientas que te falta voluntad, que eres un vago/a, débil o que no podrás hacer nada. Son ideas negativas (estigma) asociadas a la depresión que no tienen nada que ver con la realidad.
No dejes que el miedo a lo que los demás piensen te venza. Poder buscar ayuda, hablar sobre lo que te preocupa y sientes y reducir los síntomas que interfieren en tu vida y trabajo te proporcionará alivio. Esto solo te lo puede dar un tratamiento adecuado para la depresión.
Tú no eres la depresión. No te equipares a ella y no dejes que los demás te hagan dudar de ti. Intenta no aislarte y, si tienes personas de confianza, habla con ellas y comparte tu experiencia.
Consigamos que el estigma no gane. La depresión no define a nadie, ni ningún problema psicológico lo hace. Busca ayuda profesional y te sentirás mejor.
En caso de que tengas alguna persona cercana, familiar o amigo que padezca depresión, no le juzgues y escúchale. Dedica tiempo a comprender la depresión y a informarte para poder ayudarle mejor. Agradecerá poder tener a alguien que le comprenda y no le juzgue.
Referencias
1. Ghio, L., Gotelli, S., Marcenaro, M., Amore, M., & Natta, W. (2014). Duration of untreated illness and outcomes in unipolar depression: A systematic review and meta-analysis. Journal Of Affective Disorders, 152-154, 45-51.
2. Galimberti, C., Bosi, M., Volontè, M., Giordano, F., Dell’Osso, B., & Viganò, C. (2020). Duration of untreated illness and depression severity are associated with cognitive impairment in mood disorders. International Journal Of Psychiatry In Clinical Practice, 1-9.
3. Ghio, L., Gotelli, S., Cervetti, A., Respino, M., Natta, W., & Marcenaro, M. et al. (2015). Duration of untreated depression influences clinical outcomes and disability. Journal Of Affective Disorders, 175, 224-228.
4. Hung, C., Liu, C., & Yang, C. (2017). Untreated duration predicted the severity of depression at the two-year follow-up point. PLOS ONE, 12(9),
5. Arnaez, J., Krendl, A., McCormick, B., Chen, Z., & Chomistek, A. (2019). The association of depression stigma with barriers to seeking mental health care: a cross-sectional analysis. Journal Of Mental Health, 29(2), 182-190.
6. Arnaiz Muñoz, A., & Uriarte Uriarte, J. (2006). Estigma y enfermedad mental. Norte De Salud Mental, 6(26), 49-59.
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