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¿Qué es el Alzheimer?

La enfermedad de Alzheimer es un tipo de demencia que se caracteriza por ser progresiva, degenerativa e irreversible.   El daño se ubica en el cerebro y de acuerdo al Instituto Nacional sobre Envejecimiento, éste comienza, al menos diez años antes de la aparición de los primeros síntomas, sin embargo aún se desconoce con exactitud que lo provoca.

La formación de placas y ovillos alrededor de las neuronas en el cerebro, son dos características principales de la enfermedad  y mientras más se formen, las neuronas van funcionando con menor efectividad, impidiendo la capacidad de comunicarse entre ellas y después mueren. Este proceso se propaga hasta el hipocampo, el cual es una estructura vital para la formación de recuerdos.

Finalmente en la fase avanzada de la enfermedad, la muerte de neuronas se propaga y las regiones afectadas del cerebro se encojen considerablemente, las personas ya no pueden comunicarse y dependen de otros para su cuidado. (NIH, 2013).



Características

El Alzheimer, es una enfermedad que genera gran discapacidad en la persona que la padece, pues gradualmente van deteriorándose sus habilidades para la vida, así como el control emocional, la conducta social y la motivación. De hecho existe una alta comorbilidad entre las demencias y la depresión (ADI, 2009).

Como resultado de esta pérdida de independencia, los enfermos pueden requerir en menor o mayor grado algún tipo de asistencia, la cual en la mayoría de los casos es provista por la familia, situación que deriva en otra problemática ya que estudios recientes han demostrado que los cuidadores de este tipo de pacientes presentan una alta morbilidad psicológica en especial depresión.

Por lo tanto para abatir esta situación es importante brindarle a la familia toda la información necesaria acerca de la enfermedad, los signos de alerta a  los que deben estar atentos y las recomendaciones para facilitar el manejo del paciente.

Factores Asociados al Alzheimer

Dentro de los factores asociados al Alzheimer se encuentran los genéticos; existen estudios que sustentan que cuando es de aparición temprana entre la tercera y la quinta década de la vida, pueden haber heredado una mutación en un gen de alguno de sus padres.

Sin embargo, la mayor parte de las personas que padecen esta enfermedad, tienen el tipo denominado Alzheimer de aparición tardía, el cual se manifiesta después de los 60 años. En estos casos, la enfermedad se ha asociado en hasta un 40% de los casos con un gen llamado apolipoproteína, no obstante no todas las personas que lo tienen padecen la enfermedad y no todas las personas que padecen la enfermedad lo tienen.

También se ha asociado a ciertos factores relacionados con el estilo de vida, y se ha concluido que una alimentación nutritiva, una buena actividad física y la participación en actividades sociales y mentalmente estimulantes pueden ayudar a mantener a una persona sana.

Factor de Riesgo

  • Nivel Educativo Bajo
  • Fumar
  • Inactividad Física
  • Depresión
  • Hipertensión Etapa 1/2 vida
  • Diabetes
  • Obesidad etapa 1/2 vida

Fases de la Enfermedad y sus Síntomas

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud y a la Asociación Internacional de la Enfermedad de Alzheimer (2013), existen diferentes fases de de acuerdo al avance la enfermedad:

FASE TEMPRANA:

La fase temprana tiende a ser ignorada y tomada como un componente normal del proceso de envejecimiento. Ya que el inicio de la enfermedad es gradual, es difícil saber con exactitud cuando comienza.

  • Se torna olvidadizo, especialmente con cosas que acaban de suceder.
  • Puede tener dificultad en su comunicación, tal como para encontrar las palabras adecuadas.
  • Se pierde en lugares que le son conocidos.
  • Pierde la noción del tiempo, incluyendo hora del día, mes, año, estaciones.
  • Puede tener dificultad en la toma de decisiones y el manejo de sus finanzas.
  • Puede tener dificultad para realizar tareas complejas en el hogar.
FASE MEDIA:

A medida que la enfermedad avanza, los problemas se vuelven más obvios y limitantes.
  • Se torna muy olvidadizo, especialmente sobre eventos recientes y nombres de personas.
  • Puede tener dificultad para comprender el tiempo, fechas, lugares y eventos; podría perderse tanto en el hogar como en la comunidad.
  • Puede aumentar su dificultad de comunicación (en el habla y la comprensión).
  • Puede necesitar ayuda con el cuidado personal (aseo, bañarse y vestirse).
  • No puede preparar la comida con éxito, ni limpiar o ir de compras.
  • Es incapaz de vivir solo de manera segura, sin un apoyo considerable.
  • Los cambios en el comportamiento pueden incluir: deambular, gritar, aferrarse, perturbaciones del sueño, alucinaciones (escuchar o ver cosas que no están ahí́).
  • Puede demostrar un comportamiento inapropiado en el hogar o la comunidad (por ejemplo: desinhibición o agresión).
FASE FINAL:

La fase final es de casi total dependencia e inactividad. Las alteraciones de la memoria son más serias y el lado físico de la enfermedad se torna más obvio.

  • Usualmente no está al tanto de la fecha o el lugar donde se encuentra.
  • Tiene dificultad para comprender lo que sucede a su alrededor.
  • No reconoce a familiares, amigos u objetos conocidos.
  • Tiene dificultad para comer sin ayuda, podría tener dificultad para tragar.
  • Tiene una necesidad cada vez mayor de recibir asistencia para el autocuidado (por ejemplo: aseo personal y bañarse).
  • Puede sufrir de incontinencia renal e intestinal.
  • Puede no ser capaz de caminar o estar confinado a una silla de ruedas o cama.
  • Se pueden intensificar los cambios de comportamiento e incluir agresión hacia su cuidador(a), agitación no verbal (patear, golpear, gritar o gemir).
  • Puede perderse dentro del hogar.

Recomendaciones para el manejo Psicosocial del Paciente



La OMS (2011) recomienda las siguientes estrategias para el manejo psicosocial del paciente:

  • Recordarles constantemente datos como la fecha, el nombre de las personas, el clima, entre otros, con el fin de ayudarles a permanecer orientados.
  • Utilice recursos visuales como fotografías, videos y periódicos para estimular la memoria, promover la comunicación e informarles de eventos actuales.
  • Utilice frases cortas y sencillas cuando le comunique algo y preste atención cuando la persona le habla.
  • Evite los cambios en la rutina, o la exposición de la persona a lugares desconocidos o confusos a menos que sea muy necesario.
  • Mantenga el piso de la casa limpio y despejado para evitar caídas.
  • Atienda los cambios sensoriales como pueden ser deficiencias visuales o auditivas, a través de aparatos o lentes.
  • Considere la terapia ocupacional si tiene acceso a ella.


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